El momento del Atlántico
El DNP acaba de destacar Atlántico como el segundo departamento en el país con la mejor ejecución de los Planes Departamentales de Agua. Un justo reconocimiento a la extraordinaria labor que se ha venido realizando desde la gobernación por la mandataria Elsa Noguera y la secretaria de aguas Ledys Ospino para suministrar el líquido vital a las poblaciones, veredas, corregimientos más apartados de la capital e incluso a los que están dentro del Área Metropolitana de Barranquilla: en Puerto Colombia, junto con la Triple A inauguraron el Tanque Cupino para optimizar el servicio en los sectores altos de la población. En Malambo, se determinó junto con Aguas de Malambo y la alcaldía construir un tanque subterráneo y otro elevado en El Tesoro y otro más aéreo en El Concorde, más una gran inversión en redes, para llevar el suministro de 3 horas diarias a 15. En Galapa, se inauguró un tanque de 5 mil metros cúbicos que, por primera vez, garantizará el suministro 24/7.
Esta grave falta de agua potable era una constante en el departamento, que, paradójicamente, está rodeado por el Río Magdalena y el Océano Atlántico y que resulta ser el segundo más pequeño del país por lo que las redes que transportan el preciado líquido son en longitud, extensión, instalación y suministro mucho más económicas que en otros entes territoriales.
Es aun hoy vergonzoso, por decir lo menos, que en pleno Siglo XXI y luego de haber pasado por la durísima pandemia (que lo primero que exige es el frecuente lavado de manos) los problemas de suministro de agua potable se encuentren incluso en los municipios que conforman con Barranquilla el Área Metropolitana. Un ejemplo es Soledad, con casi 800 mil habitantes, ni siquiera tiene su acueducto propio.
Precisamente, Atlántico resultó el tercero más competitivo del país según lo reveló el Índice Departamental de Competitividad (IDC) 2023. Ocupó el primer lugar en sostenibilidad ambiental, en salud, ocupó el segundo lugar y el tercer lugar en el pilar Infraestructura, especialmente por tener buenos resultados en cobertura de acueducto, de gas natural, de energía eléctrica y porcentaje de vías primarias en buen estado.
De otra parte, el departamento ha hecho una verdadera apuesta por el turismo receptivo. Así lo demuestra el monumental esfuerzo que se ha realizado en la zona costera con la transformación de Puerto Colombia, con un gran “Malecón del Mar”, la recuperación del emblemático muelle, la “Ventana de los Sueños” y otros más; En Juan de Acosta y Tubará con las playas que sirven ahora para campeonatos mundiales de diversos deportes náuticos y la construcción de uno de los centros náuticos más grandes del país; en Salgar con la transformación del simbólico Castillo; Así mismo en Usiacurí en donde además del espectáculo multicolor de los techos de las viviendas, está la reserva natural de Luriza, la casa-museo Julio Flores y el impulso a las artesanías. Así mismo las diferentes “Rutas del Girasol” que atraen la atención de los visitantes cada fin de semana de diversos municipios y de “Sazón Atlántico” para apostarle a la multifacética oferta gastronómica del departamento que, por cierto, está siendo aprovechada por propios y extraños en estos días con motivo de las vacaciones de medio año.
